HISTORIAS

Es verano y a veces apetece adentrarse en la noche…te sientas en un banco cualquiera, buscando la luna…y mientras también observas…

Observas como una espía callada e invisible las terrazas, la algarabía de los niños, el olor a patatas bravas y las luces que invaden las aceras pardas…

Parejas jóvenes riendo y entrañables parejas mayores cogiendo de la mano a sus nietos …el verano invita a sacar todo lo que durante el año llevábamos dentro..

Una de esas noches observando el mundo en movimiento, se me sentó al lado alguien que yo conocía desde hace tiempo…

_Bonita noche!!!

Yo cortada y sin saber que hacer también lo saludé….lo conocía pero hacía años que no había hablado con él …por sociable que una sea tampoco vas hablando con cualquiera…

Y sin mirarme …solo mirando la tenue oscuridad ,con voz grave empezó a hablar…

_Recuerdo cuando era niño jugar a las canicas con los amigos en este sitio…,la sra Lola por las tardes nos sacaba un trozo de bizcocho y nos sentábamos en su puerta comiendo y hablando como descosidos …

El mundo se fue achicando en la adolescencia…porque uno al hacerse más mayor las esquinas están más cerca, descubrir los besos en cualquier rincón, tirándole de las trenzas por quien sentía el primer amor y después llegar a casa con tu padre enfadado en el comedor por empezar a llegar tarde a las cenas…

Después el servicio militar, donde se supone me hicieron un hombre de verdad…quizás es que antes sólo era chaval y depende dónde te tocará eras más un animal…

Al volver empecé a trabajar en la imprenta …dónde hacíamos libros y troquelados …donde en el invierno nos quedábamos congelados y en el patio hacíamos una hoguera para defendernos del frío que hacía fuera…mientras disfrutábamos de una fiambrera o un bocadillo con chorizo que nos hacían las esposas o madres para pasar el día en aquella empresa…

Un día la conocí a ella…a veces me ofrecía a pintar alguna casa y ganarme un sueldo extra…y lo hice en la suya aunque fuera invierno con ella entraba la primavera…era hermosa y buena …muy buena…

Y nos casamos….y tuvimos una hija …éramos una familia feliz…hasta que empecé a hacerles sufrir…no por chillidos, ni por peleas…la protagonista era mi ausencia

No me preguntes…no se que pasaba en mi cabeza …que me volvía loco y necesitaba independencia y dándoles un beso me marchaba lejos de ellas…a vivir mi vida bajo las estrellas…

Después pedía perdón y como siempre hubo amor me recogían como si fuera el primer día hasta que un año o dos volvía a marcharme sin peleas, ni recelos un hasta luego y un beso eran bastante…para marcharme y decir adiós me marchaba de ellas..

Pero claro todo esto se acabó…un día al querer volver a casa, después de doce o trece años de marcharme y volver constantemente me dijeron que no…no puedo pretender que me quieran siempre con lo mal que me comporté…

Y asi he ido viviendo mi vida por las calles, a veces trabajando, a veces pidiendo un trozo de pan en cualquier calle, a veces olvidando y a veces muriéndome de asco por ser quien soy …y haberme perdido lo mejor de lo que hubo en mi…

Soy un vagabundo que después de todo no realice ninguna quimera, mis sueños estaban junto a ellas y los perdí…

Te dejo…no quise molestarte…solo hablar un poco de mí…

Se levantó y se marchó bajo un paseo de encinas, olivos y algún jazmín que prodigaba su olor con un perfil de nostalgia y recuerdo que perduran en mi…

…

Esta conversación jamás ocurrió pero la historia es real …Agustín partió hace unos años a hacer su real viaje hasta las estrellas…

Veas quien veas en la calle , a pesar de su apariencia no te rías, seguro que fue alguien querido y realizado alguna vez, con una historia comprensible o no…pero que existe…seguro que en algún momento lamentaron lo que se equivocaron…y aun algunos siguieron amados…

Hoy mi recuerdo para una conversación que jamás tuve y que quedó pendiente y hubiera deseado

Un saludo