Unos kilos más
Sonia de 24 años era muy gorda, bueno digamos obesa, que hoy en día hay que tener cuidado con las palabras que se utilizan porque hay quien se ofende cuando creo que más o menos son sinónimos …y no me vais a pillar en la falta de que esté insultando, son palabras que siempre se han utilizado y yo precisamente odio hablar de los defectos o problemas físicos de nadie porque aparte de esa situación que cada cual tengamos…lo más importante es que todos tenemos un corazón que no me gusta dañar estúpidamente..
En fin…
Sonia de 24 años era obesa, nos hicimos amigas en la oficina y mientras yo intentaba ocultar algunas grasas a ella no le importaba enseñarlas…
Era admirable, de verdad, se ponía camisetas cortas, enseñando el ombligo…pero no se piensen que iba de cualquier manera es que encima no le quedaba mal y llevaba ropa muy guapa…venía entusiasmada con su ropa y nos la enseñaba y yo veía las miradas de mis compañeras que pensaban pero es imposible que se meta dentro de esa falda…pero Sonia se metía, coqueta, encantadora, presumida se levantaba de su silla e iba hacía el comedor a desayunar moviéndose de un lado a otro por el pasillo …
Entre el fax y el archivo todo era Sonia cuando normalmente iban dos personas hablando de lo que fuere…
Cuando tuvimos más confianza hablamos de su silueta y me explicó…que había hecho muchísimos regímenes desde pequeña, que adelgazaba y que volvía a engordar, que había llorado mucho, en el colegio era la gorda, en el grupo de amigos era la gorda, en la escalera era la gorda, hasta ese momento de su vida era siempre la gorda…ni siquiera le llamaban Sonia…parecía no ser nadie, ni que le gustaran cosas, ni que supiera hablar de nada…solo era GORDA!
Se fue quedando en casa, era solo una adolescente con ganas de vivir pero su grasa estaba pegada a la ausencia de la gente…sus padres la adoraban, la apoyaban pero uno necesita, por mucho que te quieran y los quieras, algo más que a los padres para ser feliz.
Así que para no ofender la vista de nadie decidió apenas salir, pero Sonia era joven y llena de vida y las ilusiones y ambiciones debían de resurgir y se presentó a hacer un curso de informática, todo el mundo en la clase la miraba, la saludaban pero al volverse les veía mirarse y sonreir..
Un viernes tarde uno de sus compañeros, uno de los que la miraba pero que nunca le decía nada le habló de los problemas que tenía con el ordenador y se rieron toda la tarde por las torpezas que hacía los dos…
Así que día tras día les dio por hablar y reir y Marcos le invitó a salir…él era alto, algo ancho…unos ojos negros preciosos y fueron al cine, a bailar, a cenar y a Sonia la autoestima le empezó a despertar, necesidad de ponerse más guapa para ir a pasear …o simplemente a comprar el pan…
Y él después de una salida nocturna le pregunto…si podía besarle…y ella sonrió, cerró los ojos y el universo entró en sus labios y como una estrella brilló…
Pasado un tiempo se fueron a vivir juntos y fue cuando la conocí …sentada en el ordenador pegada a mi…
Aprendí a que no me importará que las compañeras delgadas entraran en el comedor hablando que habían engordado 200 gr y no entraban en el pantalón…porque Sonia se reía y es que mientras ellas se amargaban mirándose constantemente de perfil al espejo, Sonia aparte de carne estaba hinchada de amor …
Salimos las dos parejas alguna vez juntos y siempre vi la ternura, el calor en los ojos y oí por parte de él sin que supiera que yo estaba allí, mi gordi te quiero porque me haces muy feliz y ella llamarle mi flaco tú me lo haces más a mi…
Hace tiempo que no se nada de ellos, ya saben a veces si alguien deja el trabajo, la distancia hace que uno no vuelva a coincidir…pero me gustó conocerla …una lección que yo con ella aprendí
Un saludo
Esta historia es real, dejando el poder adornar algunas cosas ,ellos existen y espero que sigan igual de enamorados
En fin…
Sonia de 24 años era obesa, nos hicimos amigas en la oficina y mientras yo intentaba ocultar algunas grasas a ella no le importaba enseñarlas…
Era admirable, de verdad, se ponía camisetas cortas, enseñando el ombligo…pero no se piensen que iba de cualquier manera es que encima no le quedaba mal y llevaba ropa muy guapa…venía entusiasmada con su ropa y nos la enseñaba y yo veía las miradas de mis compañeras que pensaban pero es imposible que se meta dentro de esa falda…pero Sonia se metía, coqueta, encantadora, presumida se levantaba de su silla e iba hacía el comedor a desayunar moviéndose de un lado a otro por el pasillo …
Entre el fax y el archivo todo era Sonia cuando normalmente iban dos personas hablando de lo que fuere…
Cuando tuvimos más confianza hablamos de su silueta y me explicó…que había hecho muchísimos regímenes desde pequeña, que adelgazaba y que volvía a engordar, que había llorado mucho, en el colegio era la gorda, en el grupo de amigos era la gorda, en la escalera era la gorda, hasta ese momento de su vida era siempre la gorda…ni siquiera le llamaban Sonia…parecía no ser nadie, ni que le gustaran cosas, ni que supiera hablar de nada…solo era GORDA!
Se fue quedando en casa, era solo una adolescente con ganas de vivir pero su grasa estaba pegada a la ausencia de la gente…sus padres la adoraban, la apoyaban pero uno necesita, por mucho que te quieran y los quieras, algo más que a los padres para ser feliz.
Así que para no ofender la vista de nadie decidió apenas salir, pero Sonia era joven y llena de vida y las ilusiones y ambiciones debían de resurgir y se presentó a hacer un curso de informática, todo el mundo en la clase la miraba, la saludaban pero al volverse les veía mirarse y sonreir..
Un viernes tarde uno de sus compañeros, uno de los que la miraba pero que nunca le decía nada le habló de los problemas que tenía con el ordenador y se rieron toda la tarde por las torpezas que hacía los dos…
Así que día tras día les dio por hablar y reir y Marcos le invitó a salir…él era alto, algo ancho…unos ojos negros preciosos y fueron al cine, a bailar, a cenar y a Sonia la autoestima le empezó a despertar, necesidad de ponerse más guapa para ir a pasear …o simplemente a comprar el pan…
Y él después de una salida nocturna le pregunto…si podía besarle…y ella sonrió, cerró los ojos y el universo entró en sus labios y como una estrella brilló…
Pasado un tiempo se fueron a vivir juntos y fue cuando la conocí …sentada en el ordenador pegada a mi…
Aprendí a que no me importará que las compañeras delgadas entraran en el comedor hablando que habían engordado 200 gr y no entraban en el pantalón…porque Sonia se reía y es que mientras ellas se amargaban mirándose constantemente de perfil al espejo, Sonia aparte de carne estaba hinchada de amor …
Salimos las dos parejas alguna vez juntos y siempre vi la ternura, el calor en los ojos y oí por parte de él sin que supiera que yo estaba allí, mi gordi te quiero porque me haces muy feliz y ella llamarle mi flaco tú me lo haces más a mi…
Hace tiempo que no se nada de ellos, ya saben a veces si alguien deja el trabajo, la distancia hace que uno no vuelva a coincidir…pero me gustó conocerla …una lección que yo con ella aprendí
Un saludo
Esta historia es real, dejando el poder adornar algunas cosas ,ellos existen y espero que sigan igual de enamorados
35 comentarios:
Que sean felices, que lo serán..
Hermosa historia y a pesar de todas esas vivencias es tierna.. muy tierno tu relato..
Me gusto.. como siempre..
Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos..
Que disfrutes de tu fin de semana...
Como siempre un placer. Es hora de que no nos preocupemos tanto por el estereotipo de mujer flaca sino por lo que cada una lleva dentro.
A los hombres de carne y hueso, no los modelos, les gusta tener que abrazar.Y como dice el dicho, siempre hay un roto para un descosido.
Besos
Mais importante que o corpo são seus significados e as mensagens que ele emite.
(Coco Chanel)
Hola Dicen un refran la suerte de la fea (que no sera el caso) la guapa la desea y muchas veces es verdad muy bonita historia. saludos
Hermosa y tierna historia, me gusto y bastante.
Besos
Nadie es perfecto, lo que hace falta es que te quieran tal como eres, entonces el subidón de adrenalina te hace sentir maravillosa.
Lo malo es que vivimos en el mundo de la imágen y así nuestra juventud tiene tantos problemas.
El lavado de cerebro de los cuerpos 10 está haciendo mucho daño, además los amigos a veces son muy crueles...
Yo era la flaca del grupo, hoy con los años, la guay me pregunta que dieta hago...
Trinos en la ventana, no quiero pasarte los virus de mi fuerte resfriado.
Una preciosa historia relatada muy bellamente.
Una de las cosas importantes de esta vida es aceptarnos y querernos como somos, no siempre es fàcil.
Un abrazo con beso y sonrisa
Hermosa historia mi querida amiga y escrito desde el corazón, muy bien detallada
siempre debemos de aceptarnos como somos, aunque entiendo que no es facil
Buen fin de semana
Un besito Rosa
que linda historia!
me quedo feliz por haberla leído
(y me siento mejor con mis kilitos de más también)
le diste calor al corazón
beso
Todos necesitamos que alguien nos haga sentir bien. La sociedad suele ser bastante cruel, sobretodo con los gordos.
Seguro que siguen siendo felices. Ese tipo de gente tiene mucho humor y se toma la vida con otra filosofía. Muy linda la historia. Abrazos
La felicidad consiste en aceptarse uno mismo con nuestros defectos y nuestras virtudes aunque a veces hace falta un empujoncito, ver admiración en los ojos de los demás puede ser un buen aliciente. Tengo amigas guapisimas con un sobre peso considerable que son muy felices y que no sienten la necesidad de meterse en una talla 38.Una persona es algo mas, que un cuerpo pero esto en una sociedad en la prima la extremada delgadez parece una paradoja.
La belleza esta en los ojos del que mira.
Un besito.
TIENES UN REGALITO EN MI BLOG,ESPERO QUE TE GUSTE.
Eso es el amor ¿no? ver realmente a la persona y no solo la apariencia. Ojalá todos pudiéramos ver el interior de los demás y dejar de lado los adornos vacíos y sin sentido.
Un abrazo enorme
AZUL, que historia de amor más bonita.
Que pena que ya no sepas más de ella y de su historia de amor. Quizás ya tienen niños y siguen igual de enamorados.
Gracias por compartir esta bella historia.
Besos.
Jacquie.
El amor sólo tiene ojos en el corazón.
Besos,
Aceptarse, es una desición, ella supo enfrentar una situación que pudo mantenerla siempre dentro de casa, pero fue inteligente y en cuanto vió que podía ser algo más que sólo un cuerpo, sino la espectacular persona que es, entonces sus propios prejuicios también cayeron. Encontró al ser humano que va dentro de la ropa y la piel, y ella es todo belleza, seguro lo mismo que vió él.
Espero que sigan juntos y muy felices. Bello tierno tu relato, bueno, tu lo haces siempre grato.
Abrazos,
Anouna
Bonita historia. Muchas escuchimizadas solo viven para mantener la figura y nunca son felices. Saludos
La voluntad y el amor hacen milagros con la autoestima. Si en este caso se unieron los dos, infinitamente más.
Brindo por ellos y su felicidad.
Besos
Que sean muy felices. Si lo ideal es que debemos estar contentos con lo que tenemos y eso incluye a nuestro cuerpo. La felicidad esta en esos pequeños detalles, amar lo que somos y lo que tenemos al lado, valorar las cosas en su punto justo...un abarzo.
Si juzgamos sólo por la apariencia, nos perderemos lo mejor; tristemente vivimos en la era de la imagen y los que no encajamos en el estereotipo lo tenemos algo crudo. Un besazo y buen finde, Azul
Muy bonita y emotiva historia, efectivamente, lo que dices es cierto, todas las personas que estamos delgadas, más o menos, nos preocupamos solo por una gramos, a mí me pasa, pero es por los años, sabes que el metabolismo cambia y hay que cuidarse más.
La hitoria de tu amiga, es dolorosa al principio, pero enternecedora, ¿por qué las personas, gordas o no, no van a tener derecho a ser felices?, son más felices que las delgadas, incluso con sus kilos, y además no tienen complejos, que es lo más importante, como la de tu entrada.
Me ha gustado mucho que me visites de nuevo, gracías por tu calificación a mi entrada, pero no creo que sea para tanto, el tema de los celos es muy corriente, pero también delicado.
Un besote guapisima, feliz semana.
Una historia preciosa al principio triste, pero me quedo con el final, cuando Sonia empezó a quererse y se enamoró.
Muy buen escrito, como siempre.
Besitos primita.
Me ha gustado mucho la historia y máxime sabiendo que es realidad. Eso demuestra que lo importante no siempre es lo que se ve, la belleza va por dentro y el amor no mira lo superfluo, sino lo verdaderamente importante. Me he emocionado y todo.
Besos Azul y que tengas un lindo domingo.
Un bonita historia que debe servir para hacernos reflexionar sobre esta sociedad con tendencia hacia la anorexia.
Un gran abrazo desde Japón.
Te he dejado un encarguito en mi blog, por si quieres cumplirlo. Besos
Yo conocí a una Sonia.
Fue mi compañera de piso muchos años. Era jovial, instruida, una mujer moderna y feliz con sus niños de preescolar; de las que se entregaban en el trabajo.
Un día yendo a una franquicia de ropa X, mi Sonia pidió un determinado vestido. La dependienta - cual modelo de pasarela- la miró con la cara más despectiva que puede haber en el mundo y le dijo:
- ¡De tu talla no va a haber!
Supongo que sería la gota que colmó el vaso, pero a partir de ese día y en los sucesivos, advertí que las cosas cambiaban para mi Sonia... justo al contrario que para la tuya.
¡Ojalá hubiese tenido un flaco en su vida, y no una estúpida maniquí sin cerebro ni sentimientos!
El sobrepeso no es bueno, no por estetica, si por salud, he observado que las personas entraditas en carnes, son mas risueñas, tienen mejor humor.La moda actual esta haciendo mucho daño. Me alegro que la historia termine bien, ojala que Sonia sea muy feliz, que no le importe lo que la gente piense. Buena historia de la vida misma, tus historias, que tan bien, narras.
besos
Q bonito!! y yo q estoy peleada con esto de la gordura jajajaja
un beso grande!!
La felicidad cada uno la vive como quiere o como le dejan, me ha gustado el post...
besotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...
¡¡Me ha gustado AZUL!!
Es verdad, que se nos empaña la sonrisa por demasiadas estupideces. A veces, vamos inseguros por la vida, preocupados de lo que en realidad nadie ve y si lo ven, no importa en absoluto.
Tu Sonia, ha tenido mucha suerte, porque tristemente casi nadie ve más allá de sus narices, casi nadie es capaz de mirar detrás de la grasa y es verdad que hay corazones enorme, mucho más grandes que los cuerpos detrás de los que se ocultan.
Me alegro por tu SONIA, de verdad.
Por cierto Hada ¿Olvidaste donde vivo? Mira, que te extraño mucho...
Muchos besos, cielo.
Esta historia es la propia LINDURA.
Me ha encantado.
Donde quiera que esten, en la vida eal o en ti imaginación, espero que sean muy felices.
Precioso tu relato y lleno de verdad. Mientras unas nos empeñamos en ir por la vida escondiendo nuestras verguenzas otras las convierten en su mayor don y viven la vida disfrutando de cada momento sin esconderse ni avergonzarse. un saludo afectuosos.
Siempre he pensado que el problema es de los demas, nunca de la persona a la que criticamos.Ell@s son felices tal como son y a nosotros es a quien le molesta verlos así y les amargamos la vida con nuestra ironia. Viva la imperfeccion!!!!!
Besos Azul
Cuando manda el corazón,nos olvidamos de la mente,que nos traiciona con sus críticas y prejuicios..
Tu amiga se llenó de sentimiento y se olvídó del físico.. Lo mejor que pudo hacer..!
Preciosa historia qye nos alienta y nos deja muy agradecidos,Azul.
Mi abrazo,amiga
M.Jesús
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