Eloisa dice adios

Eloisa, Elo para los amigos es la abuela de Hugo, ese pequeño personaje que de vez en cuando invade este blog.

Esa abuela que hace lentejas y comidas que no le gustan demasiado a Hugo, pero a la cual quiere mucho, por las historias que le cuenta del pasado y porque en sí, forma parte de su vida, osea infancia....
Hugo y su hermano pequeño están de vacaciones en casa de su tía....es Semana Santa...se han quedado en casa, su hija pequeña, osea la mamá de Hugo , su marido y el bebé todavía que es Sara...su marido, el abuelo de la casa, está ingresado desde hace unas semanas...

Ya lo dijo Hugo la última vez que escribió en el blog que el abuelo no estaba bien...

Hoy su yerno, no viene a comer, su hija va aprovechar la ausencia de los niños para hacer cosas que debe hacer, la pequeña Sara acaba de comer y ella acaba de llegar de casa después de estar toda la mañana estando con su marido en el hospital...

Su marido ya no le cuenta nada, ayer Hugo le decía...abuela...mañana le cuentas al "avi" como lo hemos pasado en el domingo de Ramos, el día de la Palma...y ella se lo ha contado...pero durante todo el rato el "avi" no ha dicho nada...está en coma, y los médicos le han dicho que se puede ir hoy o quizás mañana...

Eloisa está en la cocina de casa...está haciendo uno de esos potajes que a Hugo no le gustan nada, un potaje de cuaresma, con su bacalao ...como aquellos que aprendió de su madre...

Está sentada en la mesa de la cocina, Sara la pequeña niña se quedó dormidita hace un rato y ella hoy por primera vez desde hace tantos años está sola rodeada de la ausencia de la casa...

Abre un albúm de fotos , que curiosamente encontró Hugo hace unos días, cuando vivían en la calle Boada y ella era joven, casi recién casada y no pensaba en nietos, tenía su primer hijo Sebastián ...

Entonces todos los vecinos se conocían, fotos de la terraza, con su marido guapo, joven , con el bigote típico de la época, con el mono del trabajo y la vecina casi colgada de la pared que separaba las terrazas...

Eloisa va pasando al album páginas, delante tiene a su segunda hija, zapatitos de charol, calcetines blancos, un pichi aterciopelado con camisa también blanca con el cuello bordado...era el día de la Palma...está sentada en las piernas de su padre en el parque cercano a casa...

Tiempos de esperanza y de risas...tiempos de no pensar malo para nada...

Luego vino la mama de Hugo, la pequeña, la que se quedó con ellos en casa, ella quiere a todos sus nietos , pero debe reconocer que convive más con Hugo y sus hermanos ..

Su marido, le ha hablado a Hugo de tantas cosas, a veces piensa que más que a sus propios hijos, quizás solo porque ha tenido más tiempo porque ya andaba jubilado y sonríe al recordar verlos juntos en la terraza contando batallitas del pasado y ver a Hugo que pequeño pero inteligente estar al tanto de todo...

ÉL es un marido común, generoso y severo a la vez, comprensivo pero de la época, te quiero pero debes hacer...pero a pesar de todo ella no lo hubiera cambiado por nadie...a saber si hubiera dado con alguien mucho peor, y con él aunque a veces no lo entendiera , le dejo hacer y era hermoso en las noches, cuando los niños dormían...ver verdaderamente quien era él.

Ni tan duro, ni tan blando...un hombre que la protegía y la quería bien...

Su marido se está apagando...ya no sabe si podrá decirle lo que lo quiere...espera con lágrimas en los ojos ..que la última vez él la oyera ...

Suena el teléfono y la invade el miedo...

Cuando cuelga...cuando cuelga no hay nada que decir...solo sentir...

Y Eloisa se pone a llorar, calladita, solo las lágrimas la delatan de la pena que siente...y explota...explota porque aguanta tanto siempre...pero esta vez le toca...le toca ser ella misma...

El resto de su gente llorará más adelante por cosas semejantes...pero ella es ahora la esposa...

La que ha perdido la convivencia, el mirar a los ojos y entenderse y sabe que los demás han perdido al padre y al abuelo ...pero cada dolor es diferente...y por mucho que uno se pueda llevar bien con su hermosa familia ...la unión y la complicidad solo era para ella...así que da gracias a Dios de estar sola cuando ha recibido la noticia y poder llorar...llorar...morirse de llanto para poder luego ser fuerte, ante sus hijos y sus nietos...sobretodo de Hugo que era con el cual más había convivido como l´avi...(elabuelo)

Está sentada en el sofá , esperando que lleguen los suyos ...este día son días que tienen que llegar...por desgracia...

Un triste saludo